En una experiencia integradora y de formación laboral que se lleva adelante en una cárcel bonaerense de General Alvear, personas privadas de libertad y agentes penitenciarios comenzaron un curso de capacitación y especialización de producción de quesos.
La experiencia académica comenzó esta semana en la Unidad 14 del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), en la que funciona un polo agropecuario y se enmarca en el programa “Más trabajo, menos reincidencia” que impulsa el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, a cargo de Julio Alak.
Se trata de un curso conformado por seis módulos que se dictarán durante seis meses por el ingeniero en alimentos con especialización en derivados lácteos, Diego Green (matrícula 54880), con clases teórico prácticas.
La propuesta académica cuenta con el aval de la Subsecretaría de Política Penitenciaria, cuyo titular es José González Hueso, y busca mejorar la calidad de los quesos que se producen en la Unidad 14 y avanzar en la elaboración de una segunda variedad.
Participan del curso de capacitación 15 personas privadas de libertad y 10 agentes penitenciarios, entre ellos el director de la cárcel, José Ledesma.
Ledesma explicó que “a la producción de quesos sardos vamos a incorporar la elaboración de quesos postre, luego de que culmine esta intensiva capacitación dictada por un destacado profesional”.
En la primera semana del curso se analizó la composición, el manejo y la sanidad de la leche, el origen de los microorganismos de la leche y su acción, y las mediciones de PH y acidez. Además, en la planta de elaboración se pusieron en práctica los conocimientos adquiridos.
El director de la cárcel detalló que “los objetivos son avanzar en las buenas prácticas de manufacturas apegados al Código Alimenticio Argentino, con la pretensión de poder participar en el concurso nacional de quesos”.
En la Unidad 14 General Alvear, en 222 hectáreas, funcionan bajo el régimen abierto ofertas laborales con experiencias en producción de leche y quesos, cría de vacas, ovejas, cerdos, gallinas, conejos y abejas.
Además, producen estacas, árboles frutales, una huerta medicinal, maíz y hortalizas, en coordinación con el INTA y en procura de que las personas privadas de libertad sumen capacitación y dominio de oficios con salida laboral.
Cabe destacar que recientemente se puso en valor y quedó habilitada una carpintería.
En instalaciones con las habilitaciones correspondientes y las capacitaciones necesarias, las personas privadas de libertad producen entre 300 y 500 litros de leches en el tambo que funciona en la Unidad 14, donde crían a 190 vacas.
La producción de leche deriva en la elaboración de cerca de 500 quesos por mes, en medidas de un kilo y dos kilos y medio, a cargo de internos que cuentan con sus libretas sanitarias y son capacitados en manipulación de alimentos.
La experiencia del tambo y la quesería hace necesaria la producción de maíz y el control de las pasturas de las vacas, también llevada a cabo en el predio del establecimiento carcelario.
