Confederación General de Jubilados: “Nos han colocado al borde de la mortal disolución nacional”

Confederación General de Jubilados: “Nos han colocado al borde de la mortal disolución nacional”

Con la firma de Carlos Valle, la Confederación General de Jubilados de la Argentina, fijó su posición ante las primeras medidas tomadas por el gobierno de Javier Milei. “Corremos graves riesgos, de vida y de libertad. Nos han colocado al borde de la mortal disolución nacional; de una guerra civil que veníamos evitando, para evitar el enfrentamiento fratricida”, apunta el comunicado en unó de sus párrafos.

Por Carlos Valle (Confederación General de Jubilados de la Argentina)

Texto completo del comunicado

La obediencia debida no existe, cuando se trata de terrorismo de estado al servicio de nuestros invasores y en contra de nuestra condición sanmartiniana. Somos los herederos del Libertador de Libertadores, que liberó pueblos hermanos de -la Patria Grande- y jamás traicionó sus ideales, que deben ser los nuestros.

Hoy corremos graves riesgos, ya que, un sector determinado, ganó las elecciones, en nombre de la Libertad y en forma apresurada -de inmediato-, impuso una dictadura infame, al servicio de potencias extranjeras y de la economía concentrada -anidada en el país-, sepultando las posibilidades de los argentinos de bien (los que trabajan, estudian; se sienten orgullosos de ser argentinos), de poder vivir en un estado de bienestar. De poder transitar en paz y libertad, en un estado soberano.

Como ya lo señalé, corremos graves riesgos, de vida y de libertad. Nos han colocado al borde de la mortal disolución nacional; de una guerra civil que veníamos evitando, para evitar el enfrentamiento fratricida.

Porque quienes quedan en el camino, bañados en sangre, no son ellos -los cipayos, mercenarios y extranjeros, nacidos de casualidad, en nuestra tierra-. Ellos se cobijan, con sus familiares y secuaces, en EE. UU.; en Inglaterra, o en otros países colonizados y aliados, como es el caso de la Europa dependiente; o en guaridas fiscales, donde han fugado mas de un billón de dólares, robados a los verdaderos argentinos de bien.

La transferencia de nuestra riqueza, de los más pobres -cada día más-, a los delincuentes económicos del poder mundial. Los que contrabandean mas de 45 mil millones de dólares -por año-, ante la ausencia del Estado, en los puertos y en el Paraná, por ejemplo.

Son tan miserables que, habiendo formado y consolidado su brutal patrimonio en el país, instalan el asiento de sus empresas, en recónditas guaridas, para robarse todo, hasta los impuestos -que evaden y fugan-.

Todas las concesiones han caducado, por violación e incumplimiento de las cláusulas contractuales. No invierten, no cumplen con el mantenimiento; evaden y fugan, sus gruesas ganancias y los subsidios, a eses mismas guaridas fiscales.

Ocurre en todos los órdenes, desde la electricidad, el gas y el agua, hasta todo lo demás concesionado. Pero esta nueva dictadura feroz, hoy los favorece, para que la Argentina no pueda ser soberana y su pueblo sea esclavo.

Lo más trágico, es que la conducción del estado mayor del ejército, está en manos de otro súbdito de tal poder -que en su caída, puede llevar al planeta a su desaparición, que es decir a la desaparición de las especies-.

El apellido de la madre de mi abuelo materno era -justamente-, Paleo, o sea que se trata de un sobrino lejano, de lo cual no tengo la culpa. Muchos son los militares nacidos acá, que han servido y sirven, a esa banda de invasores y genocidas. Mientras San Martín liberaba, ellos -miserablemente-, intentan lograr que ésta, la Patria de San Martín, Bolívar, Miranda, Sucre y Martí, se conforme -definitivamente-, en el patio trasero de los mayores genocidas e invasores del mundo.

Que China no entre nunca a la Argentina, porque jamás invadió a nadie, pero que sus empresas contrabandeen alimentos por el Paraná y nos roben -como España y otros países-, nuestra pesca y nuestro petróleo entre otras cosas, no es problema, porque allí están, para saquearnos, EE. UU. e Inglaterra (con el arsenal nuclear de la OTAN) y no son “comunistas”.

Con este mendaz y rapaz dominio de estas bestias, el panorama no puede ser peor. Esto debe cesar ya!, porque es el resultado de la mentira sin solución de continuidad, de toda esta caterva rufianesca -que es la casta- y de la mafia de los medios y de “la justicia” -que nos somete-.

Los criminales de lesa humanidad (de Macri, Bullrich a todo el macrismo), que intervinieron -abiertamente- en el golpe de estado de Bolivia, matando a hermanos en las calles, con armamento y municiones argentinas, agregado al caso Maldonado y al asesinato de Nahuel -por la espalda-, están manejando todo, incluidos los ministerios de seguridad y defensa.

Los militares van presos, por terrorismo de estado y genocidio -lo cual es válido y legal, por su conducta vesánica-, pero los Martínez de Hoz; los Cavallo; los Macri; los Caputos; los Magnetto y tantos otros, que forman el sector civil, empresarial, cipayo, de esos mismos golpes, jamás son juzgados, ni pisan cárcel alguna.

Por eso les recomiendo a todos los militares, de la fuerza que sean (también de seguridad), abandonen todas las actividades antiargentinas y la subordinación y valor, para servir al imperialismo y al terrorismo de estado.

De no hacerlo, será tarde, porque cuando el pueblo (parte del cual, como ustedes mismos, está atrapados por la ignorancia de la realidad, que los convierte en parte de la masa amorfa, para pelear a favor de sus verdugos), haga tronar el escarmiento, tal vez nos convenzamos de que el paredón es liberador, “porque la letra con sangre entra”, siendo mejor que no sean ustedes los fusilados.

Porque los argentinos respetamos a los militares sanmartinianos, como nosotros, pero tenemos claro que los de su conducta, “sobrino lejano”, son un baldón, para nuestro pueblo y nuestra historia.

La historia de la defensa y reconquista de Buenos Aires, conjunción heroica de nuestro pueblo (con las mujeres y los niños, al frente), con nuestros militares. La de nuestros soldados (originarios, negros, criollos, sin excepción), junto a San Martín -dando vida a una gesta reconocida por el mundo- y la proeza de nuestros héroes y mártires -jóvenes, pero excelsos-, junto a algunos oficiales dignos, para recuperar las Malvinas.

Algún día se sabrá por qué no volvieron a la Patria, ni en 1833, ni en 1982.

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