Seguimos en manos de los bancos

Seguimos en manos de los bancos

 El proyecto de ley que reformula los créditos hipotecarios en UVA cuenta con media sanción de diputados y un dictamen de mayoría de la comisión de presupuesto y hacienda de la cámara de senadores.

  El día 28/09/2023 estaba previsto que ese dictamen fuera tratado por el cuerpo del Senado, de forma tal que se aprobara el mismo y de ese modo se avanzara con la sanción definitiva de una ley que pusiera fin al calvario que vienen padeciendo más de 100.000 familias hipotecadas UVA.

  Lamentablemente el tema no fue incorporado en el orden del día y por lo tanto no obtuvo tratamiento.

La escalada inflacionaria que padece la sociedad no cesa y todo indica que  durante el último trimestre del año, los indicadores de inflación no sólo no decrecerán, sino que por el contrario, es muy probable que se instalen cómodamente en los dos dígitos en torno al 15 %, finalizando el año con un incremento total del 170 %.

Esos niveles delirantes de inflación, en un contexto en que los ingresos de las familias se deterioran mes a mes, hacen absolutamente inviables estos créditos hipotecarios atados a la evolución de la inflación.

Venimos alertando desde este Colectivo desde hace más de 5 años que estos créditos son inviables en una economía como la Argentina y el tiempo, lamentablemente, nos ha dado la razón.

 A pesar del fuerte lobby del sector financiero y de sus espadas mediáticas siempre tan permeables a los mandatos de sus superiores, la cámara de diputados arribó a un proyecto de consenso que atravesó a las distintas bancadas y se obtuvo de ese modo media sanción. Ese proyecto posee aspectos positivos, los cuales destacamos, como el freno a las ejecuciones, un seguro de desempleo y un tope a la relación cuota ingreso (aunque en este caso lo que supere ese tope pasa al final del crédito), y se introduce un nuevo índice atado a los salarios que coexistiría con el CER, aplicando el menor de los dos

En el senado –nos referimos al despacho de comisión-, se agregó un tope a la tasa de interés (3,5%) y se estableció que los créditos debían recalcularse en forma retroactiva al 31 de Agosto de 2019, aplicando la evolución del índice de salarios en lugar del CER (inflación).

 Dichos cambios son positivos, aunque una verdadera reestructuración debería incluir –además de los cambios detallados-, la implementación del índice CASA PROPIA, dado que este indicador daría a los créditos mayor previsibilidad para las familias hipotecadas en cuanto a la posibilidad de pago y disminuiría en términos reales la cuota a pagar.

 Lamentablemente, decíamos, el senado decidió no tratar el tema en el cuerpo, y dejó abandonada a su suerte a las cientos de miles de familias que poseen estos créditos.

 No se requiere poseer grandes conocimientos de economía para visualizar que los próximos meses van a ser muy duros en materia económica, independientemente de quien tome el mando a partir del 10 de Diciembre.

 Existe un amplio consenso en cuanto a que durante los próximos meses y en particular durante el primer semestre del año próximo, el índice de precios no sólo no cederá sino que coqueteará con la posibilidad de caer en una hiperinflación.

 La bancada oficialista está ante la posibilidad de honrar el contrato electoral de 2019 y cumplir con la promesa plasmada en su plataforma electoral, dando una solución definitiva, transformando estos créditos.

 Los sectores opositores, muchos de los cuales formaron parte del gobierno que instrumentó estos créditos, deberían acompañar estos cambios dado que los mismos constituyen un imperativo moral frente al engaño y la estafa a la que fuimos sometidos los deudores hipotecarios.

 Es imperioso que la Cámara de Senadores se ubique a la altura de las circunstancia del desafío que plantean estos tiempo de crisis aguda para la sociedad y sancione un proyecto de ley que ponga un punto final a la existencia de los créditos hipotecarios indexados por inflación.

 El momento es ahora. La economía del país se desliza hacia un abismo cuyas consecuencias provocaran que miles de familias terminen por perder sus hogares y con ello el sueño de la casa propia.

 El sistema financiero ya ha ganado demasiado. Sus intereses no se verán afectados y podrán seguir obteniendo pingües ganancias, pese al contexto social y económico que padece toda la sociedad argentina. No se preocupen por ellos. Atiendan los reclamos de la sociedad y en este caso de los damnificados por los créditos hipotecarios uva.

  Está en manos de los senadores y senadoras de todas las bancadas, brindar una solución definitiva.

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