Complicidad empresarial en el Terrorismo de Estado

Complicidad empresarial en el Terrorismo de Estado

Se llevó a cabo la audiencia número 41 del juicio que está revelando la trama de la represión ejercida por la última dictadura en nuestra región, el centro bonaerense. Con 28 imputados y más de 160 casos, este se erige como el proceso por delitos de lesa humanidad más extenso de nuestras comunidades. En esta ocasión, se escucharon tres testimonios que brindaron declaración desde la sede de la universidad en Tandil.

Por: Soledad Restivo – Agencia Comunica/FACSO-UNICEN

En la audiencia declaró Mabel Cepeda, esposa de Walter Ignacio Peralta. También lo hicieron sus hijos Marisa y Pedro. En julio de 1976, Walter fue a trabajar normalmente a la embolsadora de Loma Negra. Durante su jornada laboral, las bolsas se rompían cuando las ponían en la boquilla de la máquina. Ante este problema, detuvieron la producción y hablaron con el jefe de personal para resolverlo. Fue entonces cuando lo citaron en la comisaría de Loma Negra y lo dejaron detenido. Estuvo allí durante 4 días, luego lo trasladaron a la cárcel de Azul, “allí pude visitarlo” dijo Mabel de 82 años, quien  agregó que un guardia cárcel que lo conocía le dijo que estaban detenidos por considerarlos extremistas. Walter había sido un obrero ejemplar: “fue muy difícil para él”, expresó su esposa, a pesar de que todo el pueblo los apoyó y se alegró cuando finalmente los liberaron. Solo eran trabajadores que pedían mejores condiciones laborales. 

Marisa Peralta, la hija, explicó que el problema fue que las bolsas eran de mala calidad y se rompían, “lo que causaba pérdidas tanto para los trabajadores como para la empresa”, por eso intentaron hablar con Cladera, el jefe de personal, quien finalmente denunció el asunto en el Ministerio de Trabajo. La denuncia llegó a Aníbal Verdura, quien le ordenó al comisario Balquinta la detención de 6 trabajadores.

Ignacio Aníbal Verdura fue jefe del Regimiento de Caballería de Tanques 2 “Lanceros General Paz” y falleció en 2018, condenado a perpetua por por los homicidios de Jorge Oscar Fernández y Alfredo Serafín Maccarini y de las desapariciones, consideradas homicidios por la acusación, de los matrimonios de Juan Carlos Ledesma y Amelia Isabel Gutiérrez y Rubén Argentino Villeres y Graciela Follini, además de varias privaciones ilegales de la libertad y tormentos agravados. Mientras que el ex comisario Argentino Alberto Balquinta, condenado por delitos de lesa humanidad, murió el pasado 7 de julio de 2022 condenado a cadena perpetua, procesado en este juicio por crímenes cometidos durante la última dictadura cívico militar.

Así fue como los trabajadores de la empresa Loma Negra quedaron detenidos en Olavarría durante julio de 1976. Marisa, hija de Peralta dijo que “como familia, fue un shock. No entendíamos por qué mi padre estaba allí, y eso fue realmente angustiante. Luego lo trasladaron a Azul, lo cual fue aún peor, ya que nadie nos daba información y la angustia crecía. Según el alcalde, no sabía por qué estaban allí hasta que el alcalde le dijo que la orden venía de Loma Negra, ‘por extremistas’. La salud de mi padre se deterioró en prisión, pero no le proporcionaron medicamentos” aseguró. 
Marisa aseguró que Walter falleció de cáncer y que el estrés y las preocupaciones acumuladas contribuyeron a su enfermedad. Pidió justicia para los 6 trabajadores y sus familias por el dolor y el sufrimiento causados. 

Pedro Peralta, el hijo mayor, declaró visiblemente afectado. En aquel momento, estaba estudiando en el colegio Salesiano en Carlos Casares, cursando el tercer año y tenía 15 años. Cuando se enteró de la situación de su padre, él ya estaba en libertad, nadie le había avisado previamente para que no se preocupara. Dijo que su padre apareció demacrado y psicológicamente no era la misma persona. Pedro dijo que se vivía con miedo en esa época, “poco a poco, fuimos saliendo adelante”, aunque persistía el temor. “Son heridas que necesitan tiempo para cicatrizar. Agradezco que me hayan escuchado”, concluyó.

El relato de la familia Peralta evidencia los horrores del plan represivo, en este descargado impuesto sobre los trabajadores, así como la complicidad de los empresarios. Una vez más, se ponen de manifiesto los efectos devastadores de estas acciones sobre los trabajadores, las familias, las comunidades, la sociedad en general, extendiendo el terror, ejerciendo Terrorismo de Estado. 

La próxima audiencia se realizará el viernes 6 de octubre y posiblemente la fiscalía utilice la jornada para requerir la elevación a este juicio de un nuevo tramo.

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