Alcoba: “Cuando la realidad se vuelve insoportable sólo el cuento y el relato nos alivian”

Alcoba: “Cuando la realidad se vuelve insoportable sólo el cuento y el relato nos alivian”

Licenciada en Letras, profesora en la Universidad de París X Nanterre y antes editora y traductora, Laura Alcoba trabajó tres años en su reciente novela “A través del bosque” con algunas pausas pero con la certeza de que tenía que escribir esta historia que había sucedido cuando era adolescente y volvió a su memoria cuando vio “La isla siniestra”, de Martin Scorsese, una película en la que, al igual que en este relato, una madre ahoga a sus hijos.

“Fue mucho pero con una pausa grande. Estaba cerca de cerrarlo, vino la pandemia y durante meses no escribí ni una palabra, después me puse en marcha y terminé el libro”, relata ante Télam sobre una historia que la llevó a mantener los que describe como “los encuentros más fuertes” de su vida. 

Después de la trilogía que comenzó con la alabada novela “La casa de los conejos”, donde el eje era la historia de una niña a principios de la dictadura, inspirada en su propia biografía cuando vivía en una casa donde se imprimía clandestinamente el diario Evita Montonera, Alcoba vuelve con una historia de supervivencia.

Sobre el proyecto que tiene en marcha ahora, prefiere no adelantar mucho, solo se trata de una novela que lleva escribiendo desde hace mucho tiempo, que le salió una beca durante un año va a poder dedicarse a esa historia. “Es una novela que llevo escrita desde hace años y por muchos motivos la dejé y ahora la retomo -describe-. Las pausas me hacen bien, tengo la sensación de que reposan como cuando haces pastelería”. 

-T: En una entrevista decías que no te interesaba pensar la ficción como testimonio porque defendías la idea de la novela, ¿por qué?

-.L.A.: Si, no es una ficción. Yo construí, intenté encontrar un sentido de manera fuerte con símbolos, metáforas. Si bien yo siempre trabajo del mismo modo: a partir de una materia real que puede ser de memoria, pero trato de buscar algo que significa en el sentido fuerte y acá era muy fuerte esa otra dimensión entonces hay una selección, una construcción. Todo lo que es la experiencia de Flavia para mí es la demostración de que cuando la realidad se vuelve insoportable solo el cuento y el relato nos alivian y nos permiten decir algo y en cierto modo “A través del bosque” es eso. Hay una idea que me persigue desde hace mucho tiempo y es que el testimonio encierra pero algo que se puede leer como una ficción libera y es de cierto modo la experiencia de Flavia en el bosque.

En cuanto a “La casa de los conejos” empecé a pensar esto del testimonio o la no ficción era algo que podía ser agobiante. Ahí quería un desenlace, quería que terminara como lo hace una novela para salir del embute, del horror, para ponerle un punto final aunque sea provisorio. Acá la construcción me la fue dando la investigación.

-T: Después de los momentos de escucha, llegaba el momento de ponerte a escribir, ¿qué era lo más complejo en esa instancia?

-L.A.: Es muy fuerte cuando Flavia me da los cuatro recuerdos de ese día que son como cuatro imágenes, flashes. Era complejo escribirlos en el libro desde el principio y lo que podían significar.

Durante la investigación y las entrevistas todo lo que intercambié con Griselda lo intercambié en castellano y con Flavia y los otros personajes fue en francés. El relato de Griselda tiene un pie muy fuerte en Argentina y fue una investigación bilingüe. Lo trabajé en francés como siempre hago pero hay destellos en castellano en el relato de Griselda en la versión de origen.

-T: ¿Y nunca dudaste acerca de seguir o no con la escritura?

-L.A.: Al principio pero después ya fue muy fuerte porque tenía la impresión de que la historia me llevaba y lo que iba descubriendo también era una luz que no me imaginaba encontrar. Era una historia de supervivencia también que a mí me importaba mucho escribir porque me interesó desde el principio. En el momento en el que el libro me empezó a arrastrar no tuve dudas. Después la pausa me hizo bien porque era tan fuerte que dejé reposar la materia y probablemente fue necesario y me hizo bien. Flavia casi que me estaba esperando y me dijo “tenés que escribir este libro”.

-T: ¿Por qué decidiste empezar la novela con esa escena en la que Claudio se encuentra con lo sucedido?

-L.A.: Me vino con la escritura porque no quería que hubiese suspenso. No es un caso policial y desde su carácter enigmático, con esa máscara de maquillaje que tiene Griselda, es ella pero no es. Me vino como desde el principio. No quería que se leyese como “ah de repente pasa esto” o como algo mórbido, sino que ocurre desde el principio.

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