10 de junio: Día de la afirmación de los derechos argentinos sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur, y los espacios marítimos circundantes

10 de junio: Día de la afirmación de los derechos argentinos sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur, y los espacios marítimos circundantes

Este 10 de junio de 2023 el gobierno y el pueblo de la República Argentina conmemoran el 194º aniversario de la creación de la Comandancia Política y Militar de las Islas Malvinas y las adyacentes al Cabo de Hornos por parte del Gobierno de la provincia de Buenos Aires.

Desde el comienzo del proceso emancipatorio en 1810, en su condición de heredera de los territorios españoles en el Atlántico Sur, la Argentina ejerció de manera permanente sus derechos sobre los archipiélagos australes allí ubicados. Desde 1767 se había producido un ejercicio continuado de la jurisdicción española a través de una sucesión de 32 gobernadores residentes en las islas, dependientes de Buenos Aires, hasta 1811 cuando España retiró la guarnición (dejando signos de posesión) en el marco de la guerra de la independencia en el Río de la Plata.

Los primeros gobiernos patrios de las Provincias Unidas tuvieron en cuenta en diversos actos administrativos a las Malvinas, a las que consideraron parte integrante de su territorio. El 6 de noviembre de 1820, el Coronel de la Armada Argentina David Jewett tomó posesión de las Islas Malvinas en nombre de las Provincias Unidas del Río de la Plata, izando la bandera argentina por primera vez. El gobierno argentino procedió también al dictado de normas y al establecimiento de las estructuras jurídicas y administrativas que consolidaron el ejercicio pleno de su soberanía, incluyendo el fomento al desarrollo de actividades comerciales y el establecimiento de población. 

Un hito en el proceso de consolidación del ejercicio de la soberanía argentina sobre las Islas del Atlántico Sur fue la promulgación del Decreto firmado por el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Martín Rodríguez el 10 de junio de 1829. Mediante este acto, se  estableció que “Las islas Malvinas y las adyacentes al Cabo de Hornos en el mar Atlántico serían regidas por un Comandante Político y Militar nombrado inmediatamente por el Gobierno de la República”, a cuyo fin se designó a D. Luis Vernet, quien se instaló en las islas y ejerció públicamente su autoridad y jurisdicción.

Sin embargo, el 3 de enero de 1833 dicho ejercicio efectivo de la soberanía fue interrumpido mediante un acto de fuerza por parte del Reino Unido, que ocupó ilegalmente las islas y expulsó a las legítimas autoridades argentinas y a la población allí asentada. Mediante esta usurpación, se quebró la integridad territorial de la Argentina, una situación que ningún Gobierno argentino ha consentido en más de 190 años.

Desde entonces, subsiste una disputa de soberanía entre la República Argentina y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, tal como fuera reconocido por la Asamblea General de las Naciones Unidas mediante la Resolución 2065 (XX) adoptada en 1965.

En cumplimiento de la mencionada Resolución, desde 1966 y durante 16 años, ambos países llevaron a cabo negociaciones para alcanzar una solución a la disputa de soberanía. No obstante, y pese a las innumerables invitaciones de la Argentina y a la exhortación de las Naciones Unidas, el Reino Unido se niega de manera sistemática a retomar las negociaciones de soberanía. El Reino Unido condiciona la reanudación de las negociaciones al consentimiento de los habitantes de las Islas, haciendo caso omiso a lo establecido por la Asamblea General. Efectivamente a través de sus sucesivos pronunciamientos y los de su Comité Especial de Descolonización, la Asamblea General de Naciones Unidas ha constatado que si bien las islas Malvinas es un territorio colonizado, en este caso no hay un pueblo sujeto a las subyugación, dominación o explotación colonial y por lo tanto no hay un sujeto del derecho a la libre determinación. Por el contrario, la composición de la población de las Islas es el resultado de la colonización iniciada por el Reino Unido en 1833, quien luego de ocupar por la fuerza el territorio y expulsar a las autoridades argentinas, implementó medidas para favorecer el asentamiento de súbditos británicos con el propósito de preservar el “carácter británico” de la población de las islas y dificultar el asentamiento de argentinos provenientes del continente.

La Argentina advierte con preocupación que aún hoy se aplican con discrecionalidad políticas migratorias restrictivas que limitan la posibilidad de establecer residencia, adquirir tierras, contraer empleo o iniciar actividades comerciales o profesionales en las Islas Malvinas, en particular respecto de los argentinos provenientes del territorio continental.

En consecuencia, el derecho a la libre determinación no resulta aplicable a la cuestión de las Islas Malvinas. En cambio, en aplicación del principio consagrado en el párrafo 6 de la resolución 1514(XV), en este caso debe respetarse la integridad territorial de la Argentina, que fue quebrantada con el acto de fuerza británico de 1833, nunca consentido por el Gobierno argentino

A su vez, la comunidad internacional ha reiterado la necesidad de reanudar las negociaciones bilaterales a la brevedad posible, lo que fue expresado en 10 resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas y en más de 40 resoluciones de su Comité Especial de Descolonización, y en numerosas declaraciones de foros regionales y multilaterales, tales como la Organización de los Estados Americanos, el Grupo de los 77 y China, el Mercado Común del Sur (MERCOSUR), las Cumbres Iberoamericanas, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), la Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur (ZPCAS), el Sistema de Integración Centroamericana (SICA), el Parlamento del MERCOSUR (PARLASUR), el Parlamento Centroamericano (PARLACEN), la Cumbre África-Sudamérica (ASA) y la Cumbre América del Sur-Países Arabes (ASPA).

La negativa a cumplir con la obligación de reanudar las negociaciones por la soberanía se encuentra agravada por la continua introducción de actos unilaterales por parte de Reino Unido. Estas acciones incluyen la exploración y explotación de recursos naturales renovables y no renovables -que la Argentina ha rechazado ininterrumpidamente.

Asimismo, el Reino Unido mantiene en las islas una injustificada y desproporcionada presencia militar con la que regularmente realiza maniobras y ejercicios que la Argentina ha protestado enérgicamente y que constituyen un deliberado apartamiento de los llamamientos de las numerosas resoluciones de las Naciones Unidas y de otros organismos internacionales.

Como parte de la militarización británica en el Atlántico Sur, recientemente el Reino Unido ha introducido fuerzas de seguridad de terceros actores en las islas, lo que la Argentina ha protestado enérgicamente ya que constituye un apartamiento deliberado de los llamamientos de las numerosas resoluciones de las Naciones Unidas y de otros organismos internacionales. La presencia militar, en particular, contradice también la resolución 41/11 de la Asamblea General (Zona de Paz y Cooperación en el Atlántico Sur) que entre otras disposiciones, exhorta a los Estados de todas las demás regiones, en especial a los Estados militarmente importantes, a que respeten escrupulosamente la región del Atlántico Sur como zona de paz y cooperación, en particular mediante la reducción y eventual eliminación de su presencia militar en dicha región.

Todos estos actos son contrarios a la resolución 31/49 de la Asamblea General de las Naciones Unidas y han suscitado expresiones de preocupación y rechazo por parte de la comunidad internacional. La recuperación del ejercicio efectivo de nuestra soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes, conforme el derecho internacional y respetando el modo de vida de sus habitantes es un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino tal como está establecido en la Cláusula Transitoria Primera de nuestra Constitución Nacional.

En forma constante, durante todos los gobiernos democráticos, la República Argentina ha rechazado el recurso a la fuerza y se ha mostrado continuamente dispuesta a la negociación bilateral como medio para alcanzar una solución pacífica de la controversia, de conformidad con las resoluciones de la Asamblea General y el Derecho Internacional. Conforme a ese mandato, la República Argentina invita una vez más al Reino Unido a reanudar las negociaciones sobre la cuestión de las Islas Malvinas en los términos establecidos por las resoluciones 2065 (XX), 37/9 y demás resoluciones pertinentes de la Asamblea General.

A fin de dar cumplimiento a lo dispuesto en dichas resoluciones, en marzo de este año el canciller Santiago Cafiero transmitió a su par británico, el secretario de Estado para Asuntos Exteriores, Mancomunidad y Desarrollo, James Cleverly, una propuesta para reanudar negociaciones por la soberanía en la Cuestión Malvinas e invitó a concretar una reunión para concertar la agenda de negociaciones en la sede de Naciones UnidasSin embargo el Reino Unido persiste en su negativa.

 La propuesta presentada por la Argentina considera la necesidad de adoptar una nueva agenda bilateral relativa al Atlántico Sur’, y contempla el establecimiento de un proceso formal de negociaciones, transparente y basado en la buena fe, de carácter periódico, donde se abordaran los temas de interés mutuo, entre ellos, la reanudación de las negociaciones de soberanía, la conectividad de las islas con el territorio continental argentino, medidas prácticas tendientes a garantizar los intereses y el modo de vida de los habitantes de las Islas, la conservación de los recursos naturales y la desmilitarización de las áreas bajo disputa.  Asimismo, manifiesta la disposición de la Argentina de dar continuidad a las tareas humanitarias de identificación de los ex combatientes, en el marco de las obligaciones que surgen del Derecho Internacional Humanitario y en aras de brindar respuestas y consuelo a las familias.

La República Argentina reafirma una vez más su soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, que forman parte integrante de su territorio nacional, así como su firme disposición a reanudar a la brevedad las negociaciones de soberanía con el Reino Unido para dar una solución definitiva a esta situación colonial.

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