Una víctima de la dictadura acusa al tío de Victoria Villarruel de ser su torturador

Una víctima de la dictadura acusa al tío de Victoria Villarruel de ser su torturador

Desde que pidió asilo en Francia en plena dictadura militar, la doctora Elena Alfaro decidió no volver a vivir a la Argentina, aun en democracia. Una de las pocas sobrevivientes del campo de concentración El Vesubio, declaró en los tres juicios e identificó a muchos de sus captores por las fotos y por las voces. Fue una de las principales testigos en el juicio porque quedan pocas sobrevivientes.

Entrevista:María Laura Avignolo / Periodista, corresponsal en Europa

Así identificó al capitán Ernesto Villarruel, como uno de los militares del Vesubio y del CRIC, la oficina de inteligencia que dependía del regimiento de La Tablada, donde a ella la llevaron al menos tres veces. No lo juzgaron porque, tras los exámenes, comprobaron que sufría Alzheimer.

Villarruel no es otro que el tío de la candidata a presidenta de la Libertad Avanza, la abogada Victoria Villaruel. Ella dirigió el Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (Celtyv). Desde ese rol protagonizó varias polémicas al reclamar una “memoria completa” y poner en duda los crímenes perpetrados por la última dictadura militar.

“Estoy cien por cien a favor de una ley contra el negacionismo y la apología de la dictadura. En los liceos franceses, tras haber recibido la Legión de Honor, me invitan para que, a través de mi historia, pueda transmitir los valores republicanos que es lo que nos permite vivir juntos, sin masacrarnos por pensar diferente. La Argentina está presa entre dos populismos y y soy republicana” dijo Alfaro a Clarín en Paris.

Embarazada y con capucha durante la dictadura, Elena Alfaro pasó meses en el Vesubio y es la testigo de la masacre de Monte Grande. Allí, junto a otros 15 “desaparecidos”, murió su compañero Luis Alberto Fabbri, padre del hijo que venía en camino, y que le salvó la vida. Ella era la número 16. No se la llevaron porque el jefe del campo dijo que estaba embarazada y esperarían que naciera el bebé para matarla. Los habían detenido juntos.

La liberó el general Guillermo Suarez Mason, en una visita a El Vesubio, pocos semanas antes que naciera su hijo. Sufrió tortura, vejaciones y violaciones en el campo, sin ser una militante política.

Sin poder votar en Argentina, ella está sorprendida por la designación de Victoria Villarruel como candidata a vicepresidente de Javier Milei, que reivindica el terrorismo, la guerra sucia, a 40 años de conquistada la democracia.

-¿Usted es una de las únicas sobreviviente de El Vesubio?

-Sí, de la época del 77. Porque fue la época más dura, más tremenda y quedamos muy pocos sobrevivientes, porque mataron a todos. Estuve secuestrada desde el 19 de abril con mi compañero Luis Alberto Fabbri. Estaba embarazada de dos meses.

-¿Juntos?

Sí, juntos. El 23 de mayo de 1977 nos llevaron al lugar, que se llamaba “La Cocina”. Nos sacaron de las “cuchas” y nos llevaron a este lugar. Éramos 17 conmigo. En un momento pudimos hablar entre nosotros. Nos dejaron levantar la capucha y nos vimos entre nosotros. Y en un momento, hay un tipo que llega y que grita: “O Ocho”, (porque éramos número) que era yo, “o ocho” vuelve a las cuchas”. Y ahí me separan del grupo. Ese grupo fue asesinado en una casa en Monte Grande. Por supuesto, en los medios hicieron la propaganda de los genocidas. Fue decir que había sido un enfrentamiento, donde habían muerto estas 16 personas. Yo soy la única sobreviviente de ese momento, porque los que estaban en ese momento, el 23 de mayo, no había nadie más que quedó vivo.

Elena Alfaro, víctima de la dictadura militar y sobreviviente de El Vesubio.
Elena Alfaro, víctima de la dictadura militar y sobreviviente de El Vesubio.

-¿Quiénes los llevaron?

-El Ejército, los torturadores que estaban en El Vesubio. Se los llevan y hacen esta masacre. La hacen como responsabilidad del regimiento de La Tablada.

-¿Y todos estaban en El Vesubio o venían de otros lugares?

-Todos los que salieron el 23 de mayo estaban en El Vesubio. Quizás algunos los trajeron de otro lado, como por ejemplo Elizabeth Kesselman, que fuí la primera y la única que la vio el 23 de mayo. La trajeron de otro campo. Fue con la que más compartí porque era muy amiga de mi compañero, pero compartí un tiempo con ella. A ella la trajeron de otro campo, que se llamaba “El Infierno” .

-¿Y cómo era el sistema en El Vesubio? ¿Cómo era la vida?

-Sin ningún orden en cuanto a la posibilidad de saber qué es lo que iba a pasar. Había guardias de 48 horas, que se turnaban. El régimen era muy estricto. Teníamos que estar atadas en el piso, con una esposa y encapuchadas. Ese era el régimen. Si nos llegábamos a salir de ese régimen, había castigos corporales tremendos, pero no solamente al que encontraban en falta, sino generalizado. Por lo tanto, teníamos la doble pena. La doble pena era hacernos pegar y además, que le pegaran a todo el mundo. El régimen era que si queríamos ir al baño, teníamos que llamar para que nos llevaran.

El baño era un lugar donde había una ducha y un inodoro. Y las necesidades teníamos que hacerlas delante de ellos. Las duchas eran un espanto. Porque nos llevaban a bañar, no por la higiene a nosotros, sino porque les producía una cuestión de olores. Nos mantenían en un estado de animales, limpios. Nos ponían en fila. Ahí era el hazmerreír y los abusos sexuales inimaginables. Porque nos ponían en fila, desnudas y con una capucha. Si , a veces lográbamos distinguir por los zapatos, quiénes eran. Pero nos violaban.

-¿No hubo juicio por esas violaciones?

-Sí, fueron reconocidas porque en el ’85 yo declaré las violaciones. Y la defensa hizo todo para que yo fuera la culpable. En el año ’85, no había “Me too” y en las violaciones, “la culpa es suya”. Bueno, eso fue lo que hizo la defensa. Lo más perverso es que muchos organismos de derechos humanos y grandes dirigentes lo usaron también. Cuando yo no me atenía a esas reglas de partido, de corporativismo y del uso de los derechos humanos. Entonces esa fue la manera de pegar. Luego, en el 2011, cuando fue el primer juicio de El Vesubio, ahí sí lo volví a contar con lujo de detalles y pedí al tribunal que fuera considerado crimen contra la humanidad, porque las violaciones estaban involucradas en la tortura. Además nos torturaron. Nos pasó porque éramos mujeres. Eso dio como resultado una jurisprudencia. Y ahora, cuando hay un juicio de lesa humanidad, está incorporado el caso de las violaciones.

Mensaje a los negacionistas de las torturas
-Ahora hay elecciones en Argentina y hay un negacionismo frente a lo que fue la represión de la dictadura, especialmente en unos de los partidos, que es La Libertad Avanza que lleva como candidato a Javier Milei. Usted ¿quiere decirles algo?

-Lo que quiero decir es ¿cómo se llegó a este genocidio? Fue porque hubo valores morales internacionales a nivel mundial, que tuvieron un cambio durante la dictadura. Eso cambió toda la sociedad, por supuesto, con la propaganda. ¿Y eso qué significa? Significó que matar, torturar, robar, fue banal. Que ese clic que se hizo en la sociedad, produjo esta falta de valores. En la Argentina en esa época, nadie sabía nada. Cuando aparecieron los juicios y empezamos a hablar y a contar los horrores que habían pasado, la gente empezó a decir: “ah, pero yo no sabía”. Y hoy siento que hay un paralelo de pérdida de valores. Hoy los valores pareciera que pasaran solamente por la economía. Esos valores morales de la sociedad están totalmente rotos.

-¿Entonces?

-Hay un paralelo porque aparece un personaje salvador (por Milei), lo mismo que pasaba cuando los militares venían a salvar la patria. Así terminó. Hoy estamos en el mismo cuadro, sin valores morales, pensando que la economía es todo y está por arriba de esos valores morales. ¿Qué son esos valores morales? Son los que nos permiten vivir en comunidad, son los que nos permiten vivir juntos. Lo que quiero alertar a la gente cuando va a votar es ojo que este personaje está fabricado, no puede dirigir la Argentina, no puede dirigir una sociedad creando esta cuestión de odios, de violencia.

-Usted es la única sobreviviente de El Vesubio del ’77, Participó en todos los juicios. Al mismo tiempo, usted no tiene un buen vínculo con ciertos organismos de derechos humanos en Argentina, como las Madres de Plaza de Mayo. Siempre se diferenció.

-Sí, porque yo considero que los derechos humanos son principios universales. Así como lucho y luché por los que los violaron, también lucho por los que los usan de manera partisana. Y la prueba es que se denigraron por ese oportunismo que se hizo con los derechos humanos. Y eso produjo también en la sociedad una situación de rechazo.

“La hago responsable del negacionismo”
-¿Usted cree que en estas elecciones hay negacionismo del pasado en la Argentina?

-Sí, claro. Por eso digo que si la gente cuando va a votar, no recupera o no reacciona frente a un individuo que nos está diciendo que la economía es lo más importante, nos introduce en una sociedad totalmente devastada, sin valores, que lo único que vale es la economía, el bolsillo y nada más, creo que hay que tener cuidado porque esto nos va a llevar a una catástrofe, que puede terminar en guerra civil. Puede terminar en violencia o ya es violencia. Cuando se lo escucha a este personaje, es violento.

-La candidata a vicepresidenta de este partido es Victoria Villarruel. A su tío, el capitán Ernesto Villaruel usted lo reconoció en las fotos como el capitán Villarruel, que actuaba en El Vesubio.

-Si .La masacre de Monte Grande se produjo en la época que él estaba en El Vesubio. Fue imputado.

-¿Qué le diría usted a la candidata que es sobrina de la persona que a usted la torturó y la mantuvo detenida ilegalmente?

-Creo que ella no es culpable ni responsable de lo que hizo su tío. Pero es responsable de ese negacionismo que tiene ahora. Porque lo que está haciendo es que esta sociedad vuelva a repetir ahora, con ellos en el poder, si llegara a ganar la elección, esa locura de falta de valores. Entonces, sí la hago responsable de reivindicar el terrorismo de Estado.

-¿Y que mensaje tiene para los que lo votan?

-Les advierto lo que puede pasar en una sociedad que no tiene valores, que no hay nada que los rija, que lo único los va a regir es la economía de este candidato a presidente, que se dice muy docto en economía, pero poco docto en lo que significa vivir en paz y en sociedad, sin que haya odios.

Basta de separar la gente, basta de meter a los argentinos unos contra otros, basta de eso. ¿Es que no fue suficiente lo que vivimos? Entonces, a los que lo votan les digo: ¡atención! Ahora, ustedes saben, antes no se sabía. En la época de la dictadura decían: “no sabíamos”. Ahora sí se sabe. Así que cada voto es responsable de esa libertad. Porque yo también estoy por la libertad. Pero la libertad si no viene pegada a la responsabilidad, no es libertad.

En lo que acuerdo con la doctora Villarruel es que está en busca de la verdad. Entonces yo digo:” genial”. Yo estoy de acuerdo con eso. Porque quizás sabremos dónde están los bebés desaparecidos, quizás sabremos dónde están los desaparecidos, qué pasó con ellos. Si, estoy de acuerdo con esa verdad, esa es la verdad. Si ella busca la verdad. Si. Perfecto.

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