Se declaró inocente uno de los detenidos por el crimen del comerciante de San Antonio de Padua

Se declaró inocente uno de los detenidos por el crimen del comerciante de San Antonio de Padua

El dueño del automóvil que al parecer fue utilizado para cometer el asalto en el que fue asesinado a balazos un comerciante en la localidad bonaerense de San Antonio de Padua se declaró “inocente” al ser indagado hoy por el fiscal de la causa, mientras que los otros dos jóvenes que habían sido demorados fueron liberados esta noche, informaron fuentes judiciales.

La inocencia fue proclamada por Walter Rodríguez Sierra (53), un ciudadano uruguayo que, de acuerdo a los voceros, fue empleado municipal en Morón durante la intendencia de Ramiro Tagliaferro, y afirmó haber vendido el auto hallado anoche tiempo atrás sin concretar aún la transferencia de dominio.

Voceros judiciales informaron a Télam que Rodríguez Sierra fue indagado esta noche por el fiscal Claudio Oviedo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 5 del Departamento Judicial de Morón.

Asistido por su abogado particular Javier Baños, el hombre se declaró inocente, dijeron las fuentes y señalaron que seguía detenido en el marco de la causa por el crimen de Esteban Gabriel Izzo (60), por la que se decretó secreto de sumario.

El abogado Baños también representa al hijo de Rodríguez Sierra y al otro joven de 18 años aprehendido, a quienes se identificó y se tomaron sus huellas, pero fueron liberados esta noche.

Fuentes judiciales informaron que ambos siguen sujetos a la investigación pero que continuarán el proceso en libertad.

En diálogo con Télam, Baños aseguró que Rodríguez Sierra “no tiene nada que ver con el caso” y que ya no es dueño del Volkswagen Gol Power secuestrado, porque lo vendió y aún “no se hizo la transferencia” de dominio pero “sí es conocido del que lo compró”.

Además señaló que al momento del crimen del empresario, Rodríguez Sierra estaba en su casa y que él es comerciante, dueño de “tres quioscos y una pizzería”.

El operativo donde fue apresado Rodríguez Sierra fue realizado en la calle Juan Martínez al 2400, entre Cuyo y Hortiguera, en la localidad de Ituzaingó, donde también fueron capturados su hijo y otro joven

Allí, la Policía encontró 87 municiones calibre .40; 151 municiones calibre 9 milímetros, y 3 municiones .380.

En tanto, en la calle Gervasio Pavón al 3500 agentes de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) encontraron estacionado en la calle, frente a un kiosco llamado “Mandale mecha”, el Volkswagen Gol Power gris, patente FCB 164, utilizado por los asaltantes y que estaba a nombre de Rodríguez Sierra.

En su interior, los efectivos secuestraron una manopla, una barreta, un cortador neumático tipo cizalla (corta candado), y herramientas.

Fuentes allegados a la causa contaron que su propietario, conocido en la zona como “el Uruguayo”, tenía en su casa una central de monitoreo satelital que controlaba ese negocio, por lo que podía mirar en directo cuando los policías revisaban el auto secuestrado.

También tenía en su teléfono celular, que fue secuestrado, otros domicilios que podía vigilar.

Fuentes judiciales informaron que Rodríguez Sierra se desempeñaba desde 2015 como jefe de calle encargado de las campañas electorales del partido Juntos por el Cambio en Morón y que durante la gestión de Tagliaferro trabajó como chofer de un secretario de Gobierno.

Todos los elementos secuestrados serán peritados ahora por la Policía Científica y de ahí en adelante se van a pedir nuevas medidas en la causa.

Todos ellos serán sometidos al Sistema automatizado de identificación de huellas dactilares (AFIS) y al barrido electrónico en busca de restos de pólvora en sus manos.

Otro investigador allegado a la causa contó a Télam que se intenta establecer “si los delincuentes tenían como dato que había dinero guardado en la propiedad de Izzo, si el hecho tiene que ver con su actividad o algún pago a proveedores”.

Durante el asalto en el que fue asesinado Izzo, su esposa Silvana Andrea Petinari (56), también sufrió heridas graves al ser atacada por los intrusos.

La mujer fue trasladada ayer por pedido de la familia al sanatorio Los Arcos del barrio porteño de Palermo, donde permanecía hoy en estado reservado.

El asesinato de Izzo, dueño de un aserradero de la zona oeste del conurbano, ocurrió ayer a las 4.20 en su casa de Italia 1077, a pocas cuadras del centro de la estación de San Antonio de Padua.

Allí, también fue gravemente herida su esposa, hija del propietario de la empresa “Petinari”, dedicada a la fabricación de acoplados, volcaduras y semirremolques, del partido de Merlo.

Sobre la tentativa de robo, las fuentes dijeron que dos delincuentes bajaron de un Volkswagen Gol Power gris y, tras forzar la persiana americana de madera de un ventanal sin rejas que da a la calle, entraron al domicilio de la pareja, mientras que al menos dos cómplices quedaron de apoyo a bordo del vehículo.

Según las fuentes, Izzo se despertó al escuchar ruidos y agarró dos armas de su propiedad que guardaba en su habitación: una pistola Bersa calibre .40 y un revólver .38, y salió de la habitación para ver qué sucedía.

En circunstancias que aún se intentan reconstruir mediante peritajes, Izzo se enfrentó con los delincuentes, quienes le dispararon con armas de fuego y además lo apuñalaron.

Las fuentes detallaron que la víctima también disparó, aunque sólo con el revólver dado que la pistola se le trabó y aparentemente no alcanzó a herir a nadie.

En esas circunstancias, fue alcanzado por al menos cinco proyectiles y murió en el lugar a raíz de las lesiones de bala y también de arma blanca que los delincuentes le provocaron, añadieron los informantes consultados.

Su esposa también forcejeó con los asaltantes, quienes la apuñalaron y la golpearon, lo que le provocó la pérdida del globo ocular derecho, agregaron las fuentes.

La mujer fue trasladada en grave estado al hospital Eva Perón de Merlo, donde la estabilizaron, y luego trasladada al sanatorio de Palermo.

En la vivienda también se encontraba la madre de la mujer herida, Elsa Otruba de Petinari (83), quien resultó ilesa ya que no salió de la habitación.

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