Nelson Sombra: “Proponer aniquilar, exterminar, erradicar un cierto sector de la sociedad por el solo hecho de pensar distinto es propio de sistemas totalitarios, no de las democracias”

Nelson Sombra: “Proponer aniquilar, exterminar, erradicar un cierto sector de la sociedad por el solo hecho de pensar distinto es propio de sistemas totalitarios, no de las democracias”

En el acto de asunción como jefe comunal de Azul, Nelson Sombra, hizo un repaso de su militancia política, se refirió a la campaña política donde sectores de extrema derecha utilizaron terminos violentos y asumió ante los azuleños el compromiso de una gestión ética ante el manejo de los fondos públicos y una total transparencia de los mismos.

El discurso completo

“Como militante político me siento honrado de seguir el camino que han hecho todos los intendentes que fueron elegidos por la democracia en nuestro querido Partido. Sé que es un desafío enorme.

Llego hasta acá luego de un largo camino de comprometida militancia. El pueblo azuleño el día 22 de octubre me ha dado el honor de elegirme intendente de esta localidad donde he nacido, coincidiendo con la celebración de los 40 años de democracia de nuestro país, el periodo más extenso de gobiernos elegidos periódicamente por voluntad popular. Democracia que debemos comprometernos como sociedad en su conjunto a defender más allá de toda diferencia ideología.

Hemos visto y oído en esta campaña electoral consignas que no eran propositivas de ideas para el bien común, sino que estaban basadas casi exclusivamente en un mensaje radicalizado de exterminar a otro espacio político. Creo que esto debe ser motivo de profunda reflexión. No podemos dejar pasar por alto semejante retroceso de nuestra vida democrática. No deberíamos poner en riesgo valores que tantos años nos han costado construir. Proponer aniquilar, exterminar, erradicar un cierto sector de la sociedad por el solo hecho de pensar distinto es propio de sistemas totalitarios, no de las democracias. El respeto debe ser siempre y sin excepción un valor indeclinable.

Estamos viviendo a nivel mundial una profunda crisis del ser humano como tal y por lo tanto de su entramando social. El individualismo se impone como postura en un gran sector de las sociedades actuales generando ciudadanos que solo están dispuestos a pensar en sí mismos desentendiéndose del prójimo.

 La irrupción de las redes sociales de manera masiva que nos han ido aislando poco a poco del entorno para ir llevando gran parte de nuestra atención a la pantalla de nuestros celulares.

El impacto de la pandemia en el año 2020 que trastocó todo lo conocido para las generaciones vivas dejando secuelas de todo tipo y especialmente en la salud mental de la población. Las llamadas fake news o noticias falsas que ocupan más del 50% del contenido de las redes, la diversidad de la tecnología nos ha generado mentes cada vez más dispersas, que no pueden contentarse ya ni diez minutos para desarrollar una noticia y solo llegan a absorber los titulares.

Cambios de semejante magnitud nos están llevando a resignificar y reformular todo lo que hasta ahora habíamos construido y supongo que posiblemente podamos coincidir en que todos estos cambios, que se han ido acelerando en esta última década, no nos están llevando como individuos a una situación de bienestar o de mayor realización sino todo lo contrario, a un complejo sistema de resquebrajamiento de los sistemas sociales, a una mayor sensación de soledad y de aislamiento, y a una mayor desigualdad social, en este mundo en el que el 1% de la población detenta más riqueza que el 99% restante.

Vivimos un tiempo complejo al cual debemos ir adaptándonos pero en el que más que nunca no debemos perder de vista los valores que nos hacen más humanos. El respeto, la solidaridad, la compasión, la empatía, la paciencia, la honestidad solo por nombrar algunos.

Debemos defender esta democracia conquistada con ética y seriedad para que en diez años podamos celebrar el medio siglo de vida democrática en nuestro país y que no permitamos ponerla en riesgo bajo ninguna circunstancia por el bien de nuestra patria y de todos sus habitantes.

Les quiero invitar a reflexionar brevemente sobre la palabra política. Esta palabra que proviene del griego que vendría a significar los asuntos de las ciudades tanto como es mi caso como para tantas personas con vocación de servicio nos resulta inevitable interesarnos, involucrarnos y comprometernos en la política. Claramente lo mismo resulta para quienes se involucran en las comisiones de barrio, en los clubes, en las cooperadoras y en todo el intenso listado de instituciones intermedias que son actores fundamentales de nuestra localidad. Como repito siempre, la política es una herramienta esencialmente humana que acompaña y promueve el desenvolvimiento de las comunidades. La política es el arte de comunicar, de convivir. Está presente en nuestra vida cotidiana todo el tiempo. Por ejemplo en una charla entre vecinos en cualquier comercio que intercambian casualmente opiniones sobre temas comunes. El pozo de una esquina, como mejorar la convivencia del barrio. Es una herramienta que tenemos todos y pro ser parte de la sociedad podemos ejercerla, es más deberían ejercerla.

Claro que ha habido en los últimos tiempos una campaña casi obscenamente expuesta para cualquier observador con el objetivo de denigrar la palabra política e ir asociándola casi a una mala palabra. De más está decir que desde los grandes medios formadores de opinión, esta batalla cultural no es inocente y tiene como objetivo que más y más personas que alejen de la política o que ni consideren involucrase por temor a exponerse a la estigmatización que han creado. Indudablemente este desentendimiento generalizado debe estar beneficiando de alguna manera a muchos que consideran al Estado como una herramienta pero para beneficio propio.

Hemos oído también en esta campaña y reconozco que no exento de dolor a candidatos y candidatas aspirando a ocupar cargos de gran responsabilidad política, intentando negar o desmarcase de que los encasillen de actores políticos. ¿No es eso una contradicción flagrante que tampoco deberíamos dejar pasar?

 El año pasado he ocupado cargos en la administración nacional, cargos de gran responsabilidad en los que hice lo único que me motiva siempre. Trabajar duramente para transformar lo que está a mí alcance en pos del bien de las mayorías. Partiendo siempre de la base de que el pensamiento y la acción deben ser indisolubles.

 Como secretario del Misterio de Salud tuve la oportunidad de generar que los preservativos dejaran de importarse desde la India, algo que implicaba un enorme gasto para el Estado y un producto de malísima calidad. Para ser producidos ochenta millones de preservativos al año por la industria nacional, lo que generó además un incremento de puestos de trabajo, así como también la disposición de dispensers en diferentes ámbitos fuera del sistema de salud con el objetivo de democratizar su alcance, como también para dejar atrás tabúes de otras generaciones.

Como director de la Secretaría de Energía de la Nación, logré luego de muchas discusiones y tensiones el programa  Hogar que dispuso en ese entonces que el Estado subsidiara el valor de la garrafa directamente al usuario. Es decir que se subsidiara la demanda y no la oferta, como sistema de control de precios más efectivo.

Llevo más de 20 años desempeñando distintos roles en el Estado y nadie podrá acusarme que haya enriquecido con ello. Muy por el contario, cualquiera de mis congéneres que lograron desarrollar una carrera en la actividad privada, gozan hoy en día de una situación económica mucho más robusta y es justo que así sea, dado que al estado no se debe llegar jamás movido por intereses personales sino por una definida vocación de servicio.

Cuenten con mi compromiso de una gestión ética ante el manejo de los fondos públicos y una total transparencia de los mismos. Sostengo la visión de que en el mundo que viene la construcción de una sociedad mejor debe comenzar desde abajo hacia arriba.

Tenemos la fortuna de vivir en una zona privilegiada en cuanto a su ubicación estratégica, sus recursos, su belleza, su tierra fértil, su capital cultural. Con una comunidad que se encuentra desmembrada pero habituada a la creatividad, el emprendedurismo y lo cooperativo en muchos casos como modo de subsistencia. Con estas características nada debería impedirnos ir encontrado las manera de consensuar como vivir mejor y que eso incluya a cada vecina y vecino de este Partido. Cualquiera que recorra la ciudad de Azul de punta a punta no podrá negar la muy marcada desigualdad social que nos atraviesa. Esto nos deteriora a nuestros valores como comunidad, en la indiferencia al dolor ajeno, produce síntomas sociales problemáticos, nos empobrece como comunidad.

Nos proponemos trabajar para el bien del conjunto, incluir y acompañar a quienes han quedado hace tiempo rezagados de todo derecho para logar hacerles alcanzar un piso de dignidad, y al mismo tiempo gestionar una ciudad más bella, moderna, desarrollada y con más ofertas de ocio para quienes gozan ya de cierta seguridad económica. En el medio de estos dos extremos, el desafío es lograr que todos y todas estén contenidos en sus necesidades.

Recibimos un municipio en crisis organizacional, con falta de información estadística, frágil estructuralmente, ediliciamente, sin un rumbo definido y con un déficit económico que se ha gestado a lo largo del tiempo. Quizás una buena forma de decirlo es que en el último tiempo solo se ha mantenido en funcionamiento gracias al esfuerzo inconmensurable de determinadas personas trabajadoras que lo han sostenido.

 Además, estaremos en este periodo a merced de las políticas que establezca el gobierno entrante a nivel nacional que a priori ha decantado que no serán de facilidades para los municipios.

Los desafíos serán muchos pero puedo asegurar que la motivación será siempre una sola, trabajar para construir una sociedad más cooperativa y menos competitiva, más solidaria y menos indiferente, más empática y menos prejuiciosa, más inclusiva que exclusiva, una sociedad más consciente del otro, una sociedad más justa, con más oportunidades, con una economía local desarrollada, con lazos más fuertes que los vaivenes de la historia donde todas y todos quienes habitamos en este Partido tengan la posibilidad de desarrollase como buenas personas. Muchas gracias”.

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