Informe de un día: “Juana”, una película que visibiliza la lucha por la emancipación femenina

Informe de un día: “Juana”, una película que visibiliza la lucha por la emancipación femenina

El nuevo film de Daiana Rosenfeld recorre la vida de Juana Rouco Buela, pionera del feminismo y emblema de la reivindicación de los derechos de las mujeres en Argentina. Se estrenó en la plataforma de Cine Ar el 25 de marzo pasado.

Por Inés Busquets

Las reivindicaciones del feminismo son el resultado de una lucha larga e incandescente. Muchas mujeres a lo largo de la historia se han enfrentado a la estructura hegemónica para recuperar derechos de los que hoy gozamos.
La filosofía, la poesía, el periodismo y los partidos políticos fueron contiendas desde donde aquellas voces lograron trascender. Cada contexto abriga una causa y un nombre, hasta hoy se conocieron en su mayoría héroes y pocas heroínas. Por lo cual la realización de la película Juana, de Daiana Rosenfeld ya es un acierto.

Juana, es el quinto documental de la directora, en el cual retrata una vida tan apasionada como trágica.El film rescata a través de escritos y de su autobiografía la voz de una mujer pionera que propuso la independencia y la libertad para todos.
Juana Rouco Buela era anarquista, nació en Madrid y vino a la Argentina de niña con la ola de inmigrantes que llegaron para quedarse. Escapando de una España de hambruna y fascismo llegó aquí a los 12 años.

Su hermano ya estaba en el país y se referenciaba con el partido Anarquista, es por eso que para Juana acercarse a esa ideología fue una consecuencia natural. El primer logro que adquirió y que entendió como poder supremo fue aprender a leer y escribir. Luego empezarían los años de las fábricas, las conquistas, marchas, encuentros y difusión de la causa.

La primera intervención fue en 1904 en la manifestación del 1 de mayo, convocada por la Federación Obrera Regional Argentina (FORA), luego en 1907 participó activamente de la Huelga de los Inquilinos en reclamo por los desalojos y los aumentos de alquileres por la cual sufrió la consecuencia de la repatriación: “Es la primera vez que las mujeres ponemos el cuerpo,” dijo.

Para Juana cada persecución significó una lucha nueva, por ejemplo cuando la expulsaron por primera vez avalándose en la Ley de Residencia. Sin embargo entre sus idas y vueltas por Europa, Latinoamérica o mismo dentro del país se encargó de germinar una semilla, de remover y visibilizar todo aquello que marcaba una injusticia para la mujer.

Una de las herramientas más importantes de empoderamiento para transmitir los valores libertarios fue la revista Nuestra tribuna, fundada en Necochea, desde allí convirtió la acción en palabras y denunció todo lo que impidiera la emancipación femenina. Ese era su principal objetivo más allá de su matrimonio, la crianza de sus hijos, la entereza para sostener la familia una vez separada.

Juana formó parte de la primera generación de mujeres anarquistas en nuestro país, aunque también era crítica de su partido con respecto a la participación de las mujeres en la política: “¿Qué hacen los anarquistas con sus compañeras?” Promoviendo la autonomía y la militancia a las esposas de sus compañeros.

Fue la primera en hablar de la maternidad deseada y consciente, también fue presa política por proponer ideas liberales relacionadas al matrimonio, la sexualidad y las instituciones establecidas: “La cárcel es el cementerio donde se sepultan seres vivos. Una mancha que pone al descubierto la injusticia de una sociedad.”

Murió a los 80 años por un accidente de tránsito, luego de una vida de lucha y persecución fue víctima de una muerte absurda y paradójica como expresan Dora Barrancos y Elsa Calcetta en el documental que puede verse en Cine Ar.

Hasta último momento escribió para forjar sus ideas, para perpetuar sus pensamientos, para gritar ante la injusticia: “Mujeres poetisas de este siglo: ¿Dónde están que no contribuyen a elevar la decadencia mental de las mujeres, sus hermanas.” Una manera de transmitir su legado, de movilizar, de trasvasar su lucha a todas las generaciones.

Una militante, compañera, feminista que fue perseguida por defender derechos de libertad, igualdad y autonomía y que aun así dejó escrito: “Me pregunto si el supremo arte de la vida no es el amor.”

Juana (Argentina, 2021) 61 minutos. Documental
Calificación ATP – Distribución Independiente
Escrita y dirigida por Daiana Rosenfeld / Producción Daiana Rosenfeld / Dirección de Fotografía Daiana Rosenfeld y Aníbal Garisto/ Director de sonido Jorge Miranda/ Mezcla de sonido Diego Martinez (Estudio Nandú) / Montaje Daiana Rosenfeld / Música Martín Rodriguez / Color y DCP Juan Pedro Razzari / Elenco Lucia Montenegro (Juana), María Eugenia López (voz de Juana) Dora Barrancos, Elsa Calcetta, Gisela Manzoni.

Fuente: https://www.agenciapacourondo.com.ar/

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