Crisis y represión en Colombia: “De facto estamos en manos de los militares”

Crisis y represión en Colombia: “De facto estamos en manos de los militares”

“Nos encontramos con bloqueos de señal en lugares enteros donde se desarrollan operativos militares. No hay posibilidad alguna de comunicación e, incluso, un estado de terror en las noches ya que hay más de 4000 efectivos operando en Cali. Se escuchan disparos, alarmas y gritos por toda la ciudad”.

El sociólogo colombiano Camilo Lara, desde Cali, habló con AGENCIA PACO URONDO y brindó su testimonio sobre la feroz persecución que está llevando adelante las fuerzas de seguridad. 

Por Diego Moneta y Santiago Asorey

El sociólogo colombiano, Camilo Lara, desde Cali, dialagó con AGENCIA PACO URONDO y brindó su testimonio sobre la brutal represión que se está viviendo en el país latinoamericano. Además, ofreció un panorama de la situación política y social.

Agencia Paco Urondo: Existe un blindaje comunicacional sobre la brutal represión que está ocurriendo en Colombia. ¿Qué podría relatarnos?

Camilo Lara: Frente al blindaje comunicacional hemos estado haciendo un seguimiento a la matriz de medios, porque consideramos que es un elemento fundamental para comprender lo que está ocurriendo en Colombia, especialmente en Cali que es el epicentro del paro. La matriz nos permite incluso adelantar las acciones que desarrolla el gobierno nacional y el Ministerio de Defensa. Se intenta plantear que la movilización está desarrollada por grupos armados. El ex presidente Uribe fue muy claro en la orientación hacia sus seguidores, en tanto se pide que se equipare a manifestantes con integrantes de organizaciones armadas, algo que es totalmente falso.

Nos encontramos con bloqueos de señal en lugares enteros donde se desarrollan operativos militares. No hay posibilidad alguna de comunicación e, incluso, un estado de terror en las noches ya que hay más de 4000 efectivos operando en Cali. Se escuchan disparos, alarmas y gritos por toda la ciudad.

El canal de comunicación que habíamos tenido, que eran las redes sociales, ahora tanto Facebook como Instagram están bloqueando contenido y nos censuran. Hay un intento muy evidente por silenciar lo que está ocurriendo.

Necesitamos la desmilitarización de nuestra tierra, que se entregue el mando de nuevo a las autoridades civiles. De facto, estamos en manos de los militares. También necesitamos establecer espacios de dialogo nacional, ya que se nos censura en medios de comunicación, redes sociales y escenarios de interlocución, que hasta el momento no se han podido establecer.

APU: ¿Cómo comenzó el ciclo de protestas contra el Gobierno y cómo fue creciendo?

CL: Estamos en paro desde el 28 de abril. Ese día se hizo la convocatoria contra la reforma tributaria, que golpeaba a la clase trabajadora y aumentaba la desigualdad existente. Somos el país más desigual de la región, el tercero del mundo en el peor manejo de la pandemia. Después se desarrollaron jornadas posteriores porque la gente tiene mucha rabia y cansancio. En el caso de Cali, se generaron bloqueos en los puntos de acceso y son sostenidos por la gente en los barrios. Hay una solidaridad enorme de parte de todos, que ha hecho que el paro se sostenga hasta hoy.

APU:¿Cómo analiza la situación social actual de Colombia y la actuación económica por parte del Gobierno de Iván Duque?

CL: La exclusión que hay en Colombia es gigantesca y esa es la rabia que hay en las calles. Los organismos oficiales no tienen presencia en los barrios, sino que es solamente militar. Las organizaciones de derechos humanos sí están. No hay un cubrimiento institucional. Según esas cifras, estamos por encima de los 30 muertos, si bien puede ser más alta y podríamos estar superando las 120. Hay una cifra muy grande de personas desaparecidas, que son 87 las reconocidas.

Las fuerzas armadas operan con total impunidad y nosotros buscamos un escenario de dialogo para que descomprima el conflicto. Entre las exigencias se incluye retornar a los impuestos que se nos cobraban en 2018, antes de otra reforma tributaria que generó exenciones a los grandes capitales y a las multinacionales. Eso generó un hueco fiscal que ahora el gobierno quiere hacernos pagar. Necesitamos tumbar esos elementos. Exigimos una renta básica universal y matriculas cero para las universidades nacionales, que ya existen en otros países de América. La educación es muy desigual y eso explica la presencia de jóvenes en las primeras líneas. Exigimos también el desmonte del servicio militar obligatorio porque queremos otro futuro para los jóvenes y salir de la lógica militarista que impera en Colombia.

En este momento se habla de Iván Duque, pero no es una figura de peso dentro del país. El poder real está en el partido Centro Democrático, concretamente en el senador y expresidente Álvaro Uribe. Una de las salidas posibles del uribismo es un autogolpe, es decir un golpe militar contra Duque, que es irrelevante para ellos. Su otra opción es declarar el estado de conmoción interior, que implica el reconocimiento abierto a nivel nacional del estado de sitio para que las fuerzas militares tengan total libertad para ingresar a las casas, judicializar personas por meras sospechas y sin entes de control. Además, el presidente podría controlar radio y televisión por 90 días, que es lo que duraría el estado de conmoción interior, y retirar autoridades civiles elegidas por elección popular a conveniencia. La protesta quedaría anulada como derecho constitucional por ese tiempo. Hacemos un llamado a la comunidad internacional ya que nadie nos puede proteger.

APU: ¿Qué le solicitan a la comunidad internacional?

CL:  Algunos sectores planteamos un gran dialogo nacional, con garantes internacionales. Necesitamos una respuesta urgente de todos los países que se consideran democráticos en el continente y en el mundo, y presencia urgente de personalidades democráticas para poder establecer un dialogo que desescale la violencia. Hay grupos civiles disparando contra manifestantes. La situación es crítica. El paro general es el más grande en la historia del país desde 1977 y que se desarrolla desde la espontaneidad y la rabia de los habitantes. Necesitamos que se entienda en el gobierno nacional que es una exigencia de la ciudadanía por más democracia y condiciones de vida mínimas.

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