Las elecciones del domingo 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires dejaron un saldo claro: triunfo contundente de Fuerza Patria, mientras el oficialismo libertario de La Libertad Avanza (LLA) sufrió una derrota que deja expuesta la fragilidad del gobierno nacional.
Con casi el total de las mesas escrutadas, Fuerza Patria alcanzó el 47,3% de los votos, superando a LLA que obtuvo 33,7%. Este revés, de más de 13 puntos porcentuales y más de un millón de votos, representa un varapalo electoral para el presidente Javier Milei y abre dudas sobre el futuro de su modelo de ajuste.
l mensaje desde La Plata
El gobernador Axel Kicillof celebró con énfasis el resultado y reivindicó el logro como un triunfo del peronismo unido: “…hubo una derrota aplastante del gobierno de Milei…”, dijo, y destacó que su gestión fue un “escudo” protector para los bonaerenses frente al ajuste macrista.
Reconoció el rol del electorado y de la militancia: “…a los millones de bonaerenses que participaron… y a los que vencieron la resignación y los ataques“. Y lanzó un claro mensaje al gobierno nacional: le exigió a Milei que lo llame para “reunirse y ponerse de acuerdo”, en referencia a la necesaria cooperación fiscal federal.
Reacción de Milei: entre derrota y la voluntad de profundizar el ajuste
Reconociendo el golpe político, Milei afirmó que fue una “clara derrota” y habló de “reconstrucción”… sin cambiar el rumbo: “…no se retrocede ni un milímetro en la política del gobierno…”. Su discurso reflejó una total resistencia al diálogo y una mirada cerrada sobre su agenda de austeridad fiscal.
Desde los mercados hubo una respuesta en cascada: caída del peso, desplome de bonos e incremento del riesgo país, lo que demuestra que el modelo económico enfrenta una seria crisis de legitimidad.
Una derrota con signo político y económico
El resultado en Buenos Aires no es un simple tropiezo: constituye un fuerte respaldo al opositor peronismo provincial liderado por Kicillof, y un severo mensaje de rechazo al modelo ultraliberal del Ejecutivo.
Hoy el gobierno nacional carece de sintonía con una base social significativa: el discurso rígido de profundizar el ajuste no compensa una derrota registrada en el distrito más poblado del país. A menos de dos meses de las elecciones legislativas nacionales, esta puja deja a Milei en una posición debilitada y aislada.
Resuena fuerte: perder en Buenos Aires no solo es perder votos. Es haber perdido el pulso con la realidad social en un escenario donde el ajuste exige diálogo y legitimidad pública.
Discover more from
Subscribe to get the latest posts sent to your email.