Las poco más de 50.000 mujeres y disidencias que trabajan en la construcción son apenas el inicio del número de participación que el Gobierno nacional, las cámaras empresarias y la Uocra se proponen alcanzar a partir de las políticas e incentivos transversales, cuyos propósitos, además, se amplían hacia la erradicación de la violencia de género, la capacitación y la igualdad