El día martes el plenario movilizó al veredón municipal en el marco de la sesión del concejo deliberante. Allí se trataron demandas del mismo: pedido de informe al ejecutivo sobre el dinero destinado a becas y el subsidio de emergencia para el CUA. Lo cual fue aprobado por unanimidad con una gran convocatoria de la comunidad azuleña que movilizó con todas las
medidas de seguridad.
Al finalizar se realizó una asamblea en conjunto con el colectivo que
lucha por la reglamentación del cupo laboral trans-travesti.
En el día de hoy, se pactó una reunión con Egger (senadora provincial), Vena, Sottile y Bermay.
Allí se discutió principalmente la cuestión del CUA, haciendo caso omiso a las demandas conjuntas del plenario. Las propuestas del ejecutivo siguen siendo paliativos para esquivar la respuesta concreta a las demandas, insisten con que el CUA se registre como entidad de bien público, ingresando en pasillos burocráticos y haciendo recaer en la institución la idea de una desregulación que no es tal, ya que la institución cuenta con la personería jurídica
correspondiente.
Además, ya tenemos claro que la ley de emergencia votada al inicio de la
pandemia, habilita al ejecutivo a utilizar partidas destinadas a donde considere necesario, pero parece que la educación no es una prioridad. Mientras el tiempo pasa y la deserción se hace patente, al igual que los malabares de CUA para sostener las becas. Incluso, se han otorgado
anteriormente subsidios a instituciones que no tienen esa regulación.
Se mencionó la iniciativa de entregar cuatro becas de 4000 desde provincia, que hagan la suma de 16000 para pagar un mes de alquiler del centro. Estas becas se tramitarían posteriormente y tardarían entre un mes y dos meses en que se acepten los papeles, por lo cual sigue sin ser un paliativo mínimamente considerable.
El desbarranque fue la última propuesta, que consistió en una donación personal para el pago de un mes de alquiler. Entendemos que esta medida representa un ingreso inmediato, pero está lejos de solucionar el problema.
Lo que solicitamos es un subsidio que representa el 0,0013% del presupuesto afectado para este año. El municipio dice no tener esos fondos, pero luego terceriza mano de obra para una bicisenda completamente innecesaria en este contexto.
Nos vemos en la necesidad de marcar que, a pesar de las indicaciones del legislativo y de la gran movilización gestada, las demandas del plenario en su conjunto siguen siendo ninguneadas por el ejecutivo, y al Centro Universitario pretenden hacerlo perderse en trámites burocráticos con provincia.
Queremos la apertura de los libros que expliquen hacia dónde va el
dinero de las partidas que no son ejecutadas, y que en consecuencia se ejecute un subsidio extraordinario para el CUA, así como una apertura de las becas municipales. Queremos seguir estudiando.