Todos hablan del economista de 37 años que logró acordar con los bonistas privados extranjeros. ¿Quién es? ¿Cuál es su relación con el Papa Francisco y Cristina Fernández de Kirchner? El particular retratro de José Luis Ponsico.
Por José Luis Ponsico (*)
Hasta diciembre del año pasado, Martín Guzmán, “Chico 10” del momento, apenas tenía reconocimiento de los suyos en el gobierno y parte del universo de los gurúes de la Economía Social. El resto del mundo, no lo tenía en el album de las “figuritas”.
Promesa juvenil en tenis, donde su padre ejerció como profesor. Martín estudiante destacado en la centenaria Universidad de La Plata, donde por décadas, excepción la UBA y la de Córdoba, brindaba clases a buena parte del país.
Uno de los mejores promedios del estudiante hincha de Gimnasia y Esgrima en La Plata. Nacido el “Día de la Raza” 12 de octubre del´82, una familia de “clase media” con estilo de “intelectual sencillo, profundo” lejos de las estridencias.
Los hijos de antiguos militantes hicieron la conexión con los dos protagonistas hoy centrales del gobierno nacional: Cristina Fernández de Kirchner y Alberto Fernández, Recién hace tres años Guzmán conoció el Instituto Patria.
En la etapa anterior Mauricio Mazzón, hijo del “Chueco” Juan Carlos Mazzón, de extensa trayectoria en el peronismo desde su llegada a la Cámara de Diputados. Como “brazo derecho” de José Luis Manzano, diciembre del 83.
Otro, Martín (también) Navarro, heredero de Fernando “Chino” Navarro, actualmente integrante de la Jefatura de Gabinete de Ministros, referente del Movimiento “Evita”. En algún momento los citados integraron una asociación juvenil “Gestar”.
Graduado con 23 años por sus excelente promedios recibió becas de post grado. Una de las Universidades frecuentabas, la de Columbia, EE.UU. De allí el salto a relaciones de personalidades encumbradas en temas económicos.
Vivió en Rhode Island uno de los pequeños estados, geografía estadounidense. La Universidad de Columbia le dió prestigió como investigador. Su relación con el Premio Nobel Josep Stiglitz lo “puso en un blindado” en Economía Social.
Guzmán, casi sin saberlo, se calzó un traje de “Robin Hood” con trabajos de virtual “bicho” de biblioteca en “Endeudamientos financieros, causa y efecto”. Algo que se hizo “best seller” entre los suyos. Países periféricos, deudas impagas.
Alcanzó un “master” y los hijos de famosos en el kirchnerismo lo acercaron a Cristina y luego a Alberto. Hace tres años Guzmán hizo un ajedrez impecable de alguien que siendo “técnico” cursaba aceleradamente en Política: visitó al Papa en el Vaticano.
Cuenta la leyenda que el ex cardenal Jorge Bergoglio agradeció al joven “master” argentino en Economía Social haber conocido al Premio Nobel, profesor Stiglitz. El licenciado que ganaba torneos de tenis a los 16 años, soltero codiciado, se instaló.
Todo indica que Cristina sugirió a Alberto Fernández a comienzos del año pasado “tener muy en cuenta a Martín Guzmán”. Un perfil de tipo silencioso que nunca daba pasos en falsos.
El periodismo sorprendido cuando apareció en escena. Hablaba pausado, bajo, por momentos lento. Pero conceptual y haciendo el papel de un “Robin Hood” moderno. “Los acuerdos llegarán. Pero no a costo para nuestra gente”.
Lo veían “verde”
Los endeudamientos en la Argentina con los organismos internacionales datan en el caso del Fondo Monetario Internacional desde 1958. Diez años antes en el primer gobierno de Juan Perón las deudas parecían imposibles de pagar.
El General en su libro “La fuerza es el derecho de las bestias”, 1958, crítica dura a la llamada Revolución Libertadora, dá cuenta del proceso de endeudamiento en el 46. “Nos propusimos alcanzar la soberanìa ante los capitales extranjeros”, describió hace algo más de 70 años. Tiempo de la nacionalización de los ferrocarriles, el gas, los teféfonos y fundamentar a la Agencia Nacional de Noticias Télam.
Teníamos una deuda de 800 millones de dólares empezando por los ferrocarriles que estaban tasados en 150 millones; la Corporación de Transporte, Ciudad de Buenos Aires 120 millones, servicio de gas 120 millones, teléfonos 120 millones”, decía.
Todo estaba en manos extranjeras. Los ingleses los ferrocarriles, el gas, teléfonos, compañías españolas, e italiana. Las agencias informativas todas extranjeras. Las de EE:UU. Associated Press y United Press” siguió Perón desde República Dominicana.
Un genial Miguel Miranda, empresario de la hojalata, inmigrante español que no pudo asistir a la Universidad, “masters” en las negociaciones financieras produjo la mejor negociación posible con la compra de los ferrocarriles sin pagar lo exigido”, comentó.
No se aflija General -habría dicho el hijo de los refugiados, Primera Guerra Mundial que culminó en 1917- nos quedaremos con los ferrocarriles sin pagar. Los ingleses reciben ayuda de EE.UU que a su vez nos compra carne, trigo, lana, de todo” evocó.
El dato de la inteligencia en cualquier negociación supone un beneficio extra. Cien días pasaron donde Guzmán carecía de carisma, experiencia, de la fuerza de los “gurúes” históricos Domingo Cavallo, José Luis Espert, Miguel Broda, entre otros.
La prensa especializada -muchas veces calificada “de canalla”, en fútbol, si se recuerda “affaire” de Carlos Bilardo, Mundial México 86- otra vez sufrió la peor derrota: perder con la realidad. En fútbol también ocurrió: Mundial España´82.
Guzmán pudo haber sido hijo del barrio “El Mondongo” una tradición “tripera” que lo deja en el cuadro de honor, si el club más antiguo de la AFA. Gimnasia y Esgrima, de 1897, reedita en el recuerdo a tres notables.
Los hermanos Diego y Daniel Bayo, estandartes de campaña “Lobo” platense en el 62 con Adolfo Pedernera técnico y Alfredo Rojas, goleador e ilustre médico rural -la leyenda del “by pass”- doctor René Favaloro, fallecido en el 2000.
Guzmán, “Robin Hood” de este tiempo, se ubica con apenas 37 años en un lugar de privilegio entre glorias del club “mens sana” prédica de mente sana en cuerpo sano.
Néstor Kirchner hace 15 años alcanzó en la negociación un acuerdo que evitó a la Argentina pagos por 67 mil millones de dólares. Guzmán -quizá el mayor acierto de Alberto Fernández- obtuvo algo más de 42 mil millones “de quita”. Un hallazgo.
Los números abrigan al kirchnerismo y doble acción de oro de Cristina, lo que evita a los argentinos “la mochila” de cien mil millones de dólares si se hace la suma, en las dos negociaciones.
El “Chico 10” que no estaba en album de las figuritas de la política vernácula, volvió a ganar una partida, apenas dos sets: todo el gabinete nacional se rindió gran aplauso al muchacho que quiso ser tenista y sufre con el Gimnasia de Diego Maradona.
(*) Columnista de La Señal Medios, Libre Expresión y Mundo Amateur
