Con los protocolos y cuidados necesarios por la pandemia, los organizadores de la Primera Marcha del Orgullo de Azul, decidieron seguir adelante con la convocatoria a pesar del destrato del gobierno municipal. La marcha fue todo un éxito con diversas actividades en la plaza San Martín que se vistió con los colores de la diversidad.
Más de un centenar de personas, en su mayoría jóvenes, desafiaron la prohibición del gobierno de Hernán Bertellys y concurrieron este sábado a la plaza central de nuestra ciudad para ser protagonistas de una tarde en la que se cumplió el objetivo de visibilizar las distintas identidades que conviven en Azul y que desde el pensamiento conservador y expulsivoque caracterza a la sociedad azuleña se pretende ignorar.
Con alegría y colores las identidades que se corren de la heteronorma que vienen trabajando en forma articulada desde hace tiempo, lograron concretar a pesar de los impedimentos oficiales una serie de actividades que dieron brillo a la tarde del sábado.
Oportunamente a través de un comunicado el movimiento LGTTTBIQNBP+, había repudiado el trato dado por las autoridades municipales, especialmente por parte de la secretaria de cultura, Maya Vena, que un par de días antes públicamente negó la autorización para un evento que estaba programado desde principios de diciembre.
