El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, asistió este sábado 26 de abril al funeral del Papa Francisco en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano. Acompañado por su esposa, Rosângela ‘Janja’ da Silva, y una delegación oficial, Lula se unió a líderes de todo el mundo para despedir al pontífice argentino, fallecido a los 88 años.
La presencia de Lula en la ceremonia refleja el profundo respeto y la cercanía que mantuvo con el Papa Francisco durante su pontificado. Tras el fallecimiento del Papa, Lula decretó siete días de luto oficial en Brasil, destacando su compromiso con la justicia social y la defensa de los más vulnerables.
Durante la ceremonia, Lula expresó su admiración por el legado del Papa Francisco, resaltando su papel como defensor de los pobres y su incansable lucha por la paz y la equidad. La participación del presidente brasileño en el funeral subraya la importancia de la figura del Papa Francisco en América Latina y su influencia en líderes comprometidos con causas sociales.
El funeral del Papa Francisco reunió a más de 200.000 fieles y a delegaciones de 130 países, incluyendo 50 jefes de Estado o de Gobierno y 10 monarcas reinantes, en una ceremonia que reflejó la magnitud de su impacto global.
Con su presencia, Lula da Silva rindió homenaje a un líder espiritual que marcó una era en la Iglesia Católica y dejó una huella imborrable en la lucha por un mundo más justo y solidario.