Las autoridades israelíes están poniendo en duda si el intercambio de prisioneros programado para el sábado se llevará a cabo según lo planeado, después de que Israel afirmara que uno de los cuatro cadáveres que fueron entregados el jueves por Hamás no pertenecía a la rehén Shiri Bibas.
Hamás afirma que los restos Bibas aparentemente se confundieron con otros restos humanos que fueron sacados de entre los escombros tras un bombardeo israelí.
El presidente de Israel, Isaac Herzog, calificó lo sucedido como una “violación impactante y horrible del acuerdo de alto el fuego” y el enviado especial de Trump para asuntos de rehenes, Adam Boehler, amenazó a Hamás con la “aniquilación total”.
Mientras tanto, Hamás tiene previsto liberar el sábado a seis rehenes israelíes vivos a cambio de cientos de prisioneros palestinos que se encuentran retenidos en cárceles israelíes.