La Pastoral Social de la Diócesis de Azul expresó su preocupación por los despidos en Olavarría

La Pastoral Social de la Diócesis de Azul expresó su preocupación por los despidos en Olavarría

La localidad de Estación Hinojo, en el Partido de Olavarría, enfrenta un duro revés económico y social tras el cierre de la fábrica de bolsas industriales FABI. La Pastoral Social de la Diócesis de Azul expresó su preocupación por el impacto que afecta directamente a 150 familias.

Una vez más, Olavarría es noticia por una situación que genera preocupación y dolor en toda la comunidad. Esta semana se confirmó el cierre de la planta FABI (Fábrica de Bolsas Industriales), ubicada en Estación Hinojo, lo que implica el despido de al menos 100 trabajadores directos y afecta a unas 150 familias si se consideran los empleos indirectos involucrados.

La noticia fue difundida y lamentada por la Pastoral Social de la Diócesis de Azul, que hace apenas días había manifestado su inquietud por despidos en otra empresa de la zona, Cerro Negro. Esta nueva ola de cesantías golpea ahora a una comunidad de apenas 3.000 habitantes, donde la mayoría de los trabajadores residía en Hinojo o sus alrededores.

Según trascendió, la empresa argumentó que la planta dejó de ser rentable debido a la caída en las ventas provocada por la contracción del mercado interno y la apertura de importaciones. Un cóctel letal que se repite en distintos puntos del país y que, en este caso, deja una profunda herida social en el interior bonaerense.

Desde la Pastoral Social señalaron que este tipo de hechos son “circunstancias dramáticas” para localidades de estas características, donde el tejido social y laboral se resiente de manera inmediata. “El crecimiento económico nunca será bienvenido si se produce en detrimento del crecimiento humano, social y laboral”, afirmaron en su comunicado.

El testimonio de uno de los despedidos, recogido por la organización, retrata con crudeza el sentimiento que atraviesa a muchos de los afectados: “Comprendimos que somos un numerito y que no hay humanidad”.

La reflexión de la Pastoral Social también se apoyó en palabras del Papa Francisco: “La economía debe ser una economía social… si se centra demasiado sólo en las finanzas, en meras cifras que no tienen entidades reales detrás, entonces puede conducir a una grave traición”.

Finalmente, desde el Obispado de Azul elevaron una oración a “Dios, fuente de toda razón y justicia”, pidiendo comprender el verdadero valor del trabajo y su rol en la dignidad de las personas, las familias y los pueblos.

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