El fiscal del caso Darthés fue protagonista del escándalo de la manipulación de Lava Jato

El fiscal del caso Darthés fue protagonista del escándalo de la manipulación de Lava Jato

El fiscal brasileño que elevó la acusación de violación contra el actor Juan Darthés fue uno de los protagonistas del gran escándalo nacional de las filtraciones de la ya clausurada operación Lava Jato y aparece llamando al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva como “Nine”, en alusión a los nueve dedos que tiene el líder opositor.

(Por Pablo Giuliano, corresponsal).- Según informó a Télam una fuente del Ministerio Público Federal de Brasil, el fiscal del caso Darthés que le dio curso a la acusación de Thelma Fardin es Andrey Borges de Mendonça.

Considerado un académico de relevancia en la defensa de la figura de la delación premiada, el fiscal Mendonça tiene actuación en el reclamo del Ministerio Público para abrir procesos y sanciones contra los torturadores de la dictadura militar, que están protegidos por la ley de amnistía de 1979.

Varias de sus actuaciones en San Pablo buscan sortear esa normativa para considerar crimen permanente a los de tortura realizados por la policía política del régimen entre 1964 y 1985, ya que Brasil nunca juzgó a los acusados de delitos contra la humanidad.

Pero el fiscal que puede enviar a prisión a Darthes formó parte del equipo especial de fiscales federales que actuaron en Curitiba al mando de Deltan Dallagnol para investigar la Operación Lava Jato.

El juez del caso Darthés, Aliz Mazloum, en cambio, es un enemigo declarado de la Operación Lava Jato y del activismo judicial punitivista que generó en el país el escándalo y la investigación por corrupción

Sin embargo, gran parte de la operación anticorrupción que se transformó en un poder paralelo e ilegal en Brasil -según determinaron por mayoría los jueces del Supremo Tribunal Federal- quedó manchada por el armado de causas contra el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.

Diálogos filtrados por hackers que están en poder de la Policía Federal fueron hechos públicos y mostró la existencia de una articulación ilegal entre los fiscales y el entonces juez Sérgio Moro.

En una de esas filtraciones, el fiscal Mendonça aparece sugiriendo negociar con la Procuración General, la jefatura de los fiscales, para obligar a que la causa quede en el fuero de Curitiba, lo cual sería peor para Lula.

El expresidente fue condenado a prisión por Moro en base a la acusación de los fiscales federales de haber recibido un departamento en la playa de Guarujá a cambio de contratos fraudulentos con empresas constructoras con la petrolera estatal Petrobras.

El propio Moro admitió en la sentencia que se trataban de “hechos indeterminados” pero que respondían a la convicción de culpabilidad.

Por este caso, Lula pasó 580 días en prisión y le fue prohibido de presentarse a las elecciones de 2018.

Según las filtraciones, Mendonça aparece hablando en el chat con sus colegas recomendando no compartir información con la fiscalía de Brasilia para evitar que Lula salga de las manos de Curitiba, la capital de Paraná donde funcionaba Lava Jato con poderes especiales otorgados por la cámara para investigar a Petrobras.

Esto consta en los archivos de los medios que publicaron las filtraciones.

En uno de esos diálogos Mendonça, aparece llamando a Lula como “Nine”, por sus nueve dedos, una clásica agresión de la extrema derecha de Brasil. Lula perdió el meñique trabajando en un torno en una fábrica, en los años sesenta.

Esta articulación ilegal para manipular causas provocó la anulación de las condenas de Lula por lawfare a inicios de este año por parte de la mayoría del Supremo Tribunal Federal.

La Operación Lava Jato con foco en Curitiba fue desmantelada: Mendonça volvió a trabajar a San Pablo, Moro fue ministro de Jair Bolsonaro y hoy es candidato presidencial para 2022 y Dallagnol renunció antes de ser sancionado al Ministerio Público para convertirse en dirigente político y posible candidato a senador.

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