Con la guía de un sobreviviente y antropólogos forenses inspeccionaron el “Pozo de Arana”

Con la guía de un sobreviviente y antropólogos forenses inspeccionaron el “Pozo de Arana”

Los jueces del Tribunal Oral Federal (TOF) 1 de La Plata y un antropólogo forense inspeccionaron esta tarde, con la guía de un sobreviviente de la última dictadura cívico militar, el predio donde funcionó el centro clandestino de detención conocido como “Pozo de Arana”, en las afueras de la capital bonaerense. donde se hallaron tres fosas con restos calcinados de 15 personas.

“Guiados por el sobreviviente Walter Docters ingresamos al Destacamento de Arana, se hizo un recorrido sobre cómo era el lugar por donde ingresaban (durante la última dictadura), cómo era el ingreso, luego pasamos a la zona del calabozos y al patio de atrás de Arana”, explicó a Télam el fiscal de juicio Juan Martín Nogueira,

Relató que “en el patio de atrás está el muro que conserva los disparos realizados en los simulacros de fusilamiento”.

“Luego fuimos con Juan Carlos Nóbile, arqueólogo del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) al lugar donde fueron hallados los restos humanos calcinados y los proyectiles y posteriormente en una tercera etapa donde se hicieron las excavaciones y están preservados los pozos donde se hallaron los 15 cuerpos”, precisó.

El fiscal informó que la inspección ocular incluyó también al Regimiento 7 donde funcionó el casco de la estancia “La Armonía”.

En la inspección ocular estuvieron presentes los jueces del TOF 1 Andrés Basso y Alejandro Esmoris; en tanto el tercer juez lo siguió por zoom desde un teléfono celular; los fiscales Juan Martín Nogueira y Ana Oberlin y por el EAAF, Juan Carlos Nóbile.

Además participaron de la inspección las querellas de “Justicia Ya” y la Subsecretaría de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires.

Jueces, querella y sobrevivientes pudieron ver las fosas donde se hallaron los restos calcinados, cada una de las cuales medía dos metros de largo por un metro de ancho y 90 centímetros de profundidad, y contenía en su interior fragmentos de neumáticos, partes de proyectiles y restos óseos humanos calcinados.

“Fue una medida muy satisfactoria, después de mucho tiempo, ya que la última inspección databa del 2000, se pudo recorrer el predio de Arana, con sobreviviente y especialistas”, remarcó a esta agencia Nogueira.

Los restos óseos hallados por el EAAF, en el 2008, pertenecían a 15 cuerpos que habrían sido arrojados a esas “fosas de quema” y ardieron entre 12 y 18 horas a una temperatura de entre 600 y 800 grados.

Entre todos esos restos, sólo se logró identificar el cuerpo de una persona desaparecida en 1977, y de las restantes sólo se sabe que habrían sido asesinadas entre 1975 y 1978.

Este hallazgo confirmó lo que había relatado en 1999 y en el 2006 el albañil y militante peronista Jorge Julio López, sobreviviente de varios centros clandestinos, entre ellos el “Pozo de Arana”.

López se encargó de anotar lo que había presenciado durante su cautiverio en un cuaderno y en varias ocasiones relató esas vivencias en sede judicial, donde detalló haber percibido en Arana “el olor de un humo que era como una mezcla de carne con goma de auto”.

La anterior inspección ocular se realizó el 18 de septiembre de 2000 por orden de la Cámara Federal de La Plata, en la que participó el López, quien pudo localizar el denominado “Pozo de Arana”, donde hoy está el terreno del vivero Ferrari Hermanos.

En esa inspección, López revivió su traslado del centro clandestino conocido como “Cuatrerismo” hasta el Pozo de Arana, e incluso aportó un plano que había dibujado él y que se sumó a ese expediente.

Rubén López, uno de los hijos del albañil desaparecido en el marco del primer juicio que se siguió a Miguel Etchecolatz en el 2006, retomó ese ejercicio de memoria de su padre y a través de la fundación que creó y se llama Construyendo Conciencia, armó maquetas de siete centros clandestinos de detención, entre ellos el Pozo de Arana.

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