El último informe de la Dirección Provincial de Estadística de Buenos Aires reveló una caída significativa en varios sectores productivos de la provincia. En agosto de 2024, la producción transportada de minerales registró un descenso del 40% en comparación con el mismo mes del año anterior, totalizando 1.433.359 toneladas. En lo que va del año, este sector acumuló 10.250.339 toneladas, con una baja interanual del 36,5%. La faena bovina también se vio afectada, alcanzando 611.620 cabezas en agosto, lo que representa una disminución del 5,5% interanual, y una caída acumulada del 8,8% entre enero y agosto.
Estos retrocesos coinciden con el contexto de ajuste económico que impulsa el gobierno nacional, liderado por el presidente Javier Milei. Las políticas de ajuste, centradas en la reducción del gasto público, la desregulación y la apertura de la economía, han impactado directamente sobre la cadena productiva. La eliminación de subsidios a la energía, los recortes en programas de fomento industrial y la fuerte reducción del gasto en infraestructura han afectado gravemente la competitividad y la producción de sectores clave, especialmente en las provincias.
La baja inversión en áreas críticas como la minería y la ganadería ha generado un efecto dominó sobre los costos de producción y la capacidad operativa de las empresas, agravado por la inflación y la devaluación del peso, lo que encarece insumos y materiales. “El ajuste impacta directamente en los costos de las cadenas productivas, encareciendo los procesos y reduciendo la competitividad de las pequeñas y medianas empresas”, señalan desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
A pesar de estas dificultades, algunos sectores productivos en la provincia mostraron un nivel de recuperación. La molienda de trigo pan creció un 2,9% en agosto de 2024 respecto al año anterior, mientras que la molienda de soja registró un incremento del 88,7%, alcanzando 92.470 toneladas. Sin embargo, estos números positivos se enmarcan en un contexto general de caída de la actividad productiva a nivel nacional, y la mejora no es suficiente para revertir las pérdidas generales.
En conclusión, mientras Buenos Aires enfrenta una baja en sectores clave como la minería y la ganadería, la presión de las políticas de ajuste a nivel nacional continúa afectando la producción y las perspectivas de recuperación económica. La situación obliga a las empresas y trabajadores a adaptarse a un entorno incierto, donde la falta de inversiones y la inestabilidad económica siguen marcando el ritmo de la actividad.