En 2025 se cumplirán 80 años del final de la Segunda Guerra Mundial, un evento histórico que transformó al mundo y cuya memoria sigue vigente en la cultura global. Desde el mismo final del conflicto en 1945, e incluso durante su transcurso entre 1939 y 1945, el cine ha sido un testigo privilegiado y una herramienta fundamental para contar, reinterpretar y analizar los hechos que marcaron a la humanidad. Con presentación de Alfredo Vivarelli, en la Casa Ronco se proyectará desde las 19.30 “Lazos de Vida”.
Los países que participaron en la guerra han plasmado sus propias visiones a través de la pantalla grande y pequeña. El Reino Unido, por ejemplo, ha producido incontables películas y series de televisión, sumándose recientemente las plataformas digitales, que permiten a nuevas generaciones acceder a este material y mantener viva la memoria de un período histórico ineludible.
A pesar del paso del tiempo, las narrativas sobre la Segunda Guerra Mundial siguen vigentes y encuentran eco en la actualidad, donde los paralelismos con aquel pasado son alarmantes. Las tensiones geopolíticas, el resurgimiento de discursos belicosos y el impacto de los conflictos armados en diversas partes del mundo recuerdan que la historia, en muchos casos, parece repetirse.
“Lazos de Vida”: El Rescate en Medio del Horror
Uno de los recientes estrenos británicos que reavivan el tema es One Life (Lazos de Vida), una película dirigida por James Hawes y protagonizada por el legendario Anthony Hopkins. El filme, basado en hechos reales, narra la historia de Nicholas Winton, un joven trabajador de la bolsa en Londres que, al ver la expansión nazi por Europa y la ocupación de Checoslovaquia, decide tomar acción. Junto a un grupo de voluntarios en Praga, traza un plan para evacuar a centenares de niños ante el inminente avance del régimen de Hitler.
El relato se alterna entre el pasado y el presente, cuando, casi cincuenta años después, Winton decide donar sus archivos sobre la operación de rescate. Su historia cobra notoriedad cuando un programa de televisión lo descubre, generando un verdadero fenómeno de memoria histórica y reconocimiento tardío a su heroico esfuerzo. Anthony Hopkins ofrece otra de sus interpretaciones magistrales, otorgando profundidad emocional a un relato que resalta el valor de la solidaridad en tiempos de crisis.
La película no solo es un homenaje a quienes arriesgaron sus vidas por salvar a otros, sino también un recordatorio de cómo el cine puede ser un puente entre generaciones, manteniendo viva la memoria de hechos que no deben ser olvidados. En un mundo donde el eco de la Segunda Guerra Mundial aún resuena en conflictos contemporáneos, propuestas cinematográficas como One Life invitan a la reflexión y a la necesidad de preservar la historia para que no se repitan los errores del pasado.