En América Latina, miles de pequeñas empresas y profesionales que exportan servicios, así como también empleados o contratistas que trabajan para empresas del exterior, usan procesadores de pago o billeteras virtuales para cobrar sus ingresos. La gran mayoría utiliza estas plataformas como banco, en el sentido de dejar sus cobranzas depositadas en ellas.
Por Mariano Sardáns*
El reciente escándalo de WireCard, uno de los procesadores de pago más grandes y populares del mundo, hizo que muchos perdieran parte o todos sus saldos transitorios y /o ahorros y que otros estuvieran varios días sin dormir porque sus plataformas tenían vinculación con WireCard.
Esto provocó que muchos se replanteen cómo estar estructurados para seguir manejando sus negocios y/o asegurar sus ingresos. Uno de ellos me lo describió muy simbólicamente, cuando nos llamó: “quiero que me ayuden a formalizar mi negocio de la forma más conveniente y eficiente desde el punto de vista tributario, financiero y operativo, porque necesito estar enfocado en el frente de batalla y no distraído, porque estoy desprotegido en la retaguardia”.
Algunos se exponen a riesgos como el de WireCard porque viven en la desprolijidad, otros porque se ven agobiados por la vorágine del día a día, seguramente otros simplemente son ingenuos. La realidad a veces nos lleva a tener que pegarnos un sacudón para entender la importancia de estar bien estructurados. Esto a veces significa tener que formalizarse mediante una sociedad, su respectiva contabilidad y tener su respectiva cuenta bancaria. Lo que en la vida se conoce como “dar un paso atrás, para luego poder dar varios adelante”.
*CEO de FDI